23:50
Monday | June 23
17281670058527.jpg

Victoria importante del Madrid, que no brillante. Pero tenía que ganar por lo civil o lo criminal porque pintaban bastos después de su derrota ante el Lille. Llevaba un tiempo jugando a no se sabe qué, si bien contra el Villarreal, como digo, tampoco jugó como para hacerle la ola. Ocasiones de gol tuvo pocas, muy pocas. Una en el primer tiempo que marró Mbappé tras un pase impecable de Vinicius y

pare usted de contar. ¿Fue fallo de Mbappé o acierto del portero? En estas circunstancias nunca se sabe qué fue antes, si el huevo o la gallina. Lo cierto es que todo el Bernabéu esperaba que Mbappé hiciera el 2-0 en esa jugada. No, no creó ocasiones de gol el Madrid. Le bastó para batir al submarino amarillo con dos torpedos, uno de

Valverde

y otro de Vinicius. Y se contentó con eso. No se le veía preocupado, quizá por haber abierto pronto el marcador. Tampoco le dio importancia a que el Villarreal se moviera con soltura, quizá por su escasa profundidad.

Tchouaméni

andaba bien como defensa central, una de las sorpresas de

Ancelotti

en su once inicial. De hecho, suele andar bastante mejor atrás que en el centro. Puede decir orgulloso que el Madrid nunca ha perdido un partido jugando con él de central desde el inicio. Tampoco lo perdió ante el Lille, en honor a la verdad, ya que Ancelotti le retrasó en el segundo tiempo, ya con el 1-0. Los cambios no aportaron nada porque para entonces el Madrid se conformaba con el 2-0 como si tuviera partido de

Champions

el miércoles. Si hasta entonces había corrido poco, no lo iba a hacer en el tramo final, así que

Rodrygo y Arda Güler

apenas sudaron la camiseta. Lástima la lesión de

Carvajal

en el último minuto de partido, en una jugada de lo más tonta y con todo el pescado vendido.

Este contenido es exclusivo para los usuarios registrados

Regístrate gratis