15:48
Tuesday | August 26

Mientras acabamos de contar los kilómetros recorridos y las acciones defensivas de los perezosos jugadores del Real Madrid a los que peligrosamente hemos enterrado para el resto de los días, llega el Villarreal a este Bernabéu recién (re)iluminado para intentar, como reza el refranero, pescar en río revuelto.

De momento es todo paradójico. Incorporas a tus filas al mejor jugador del mundo y eres un equipo peor, te sumas a la tendencia de un fútbol moderno más físico y echas en falta a un pelotero que jugaba andando. Así está el Madrid que, al igual que Luis Enrique con la atención a la prensa, renunciaría a parte de su nómina con tal de que despejasen de su vida determinados compromisos.

Ancelotti tiene tarea por delante. Poco que ver con la táctica y sí con lo mental. No sé si hará falta apelar a Michael Jordan, pero seguro que le viene bien una de sus muchas sentencias que han servido de inspiración a multitud de deportistas. Hay personas que quieren que algo ocurra, otras que sueñan con que pasará y también hay personas que hacen que sucedan.

El Madrid volverá a tener jugadores protagonistas. No me cabe duda. La pregunta es cuándo y sobre todo quién. ¿Tendremos al Vinicius Balón de Oro? ¿Al Bellingham estelar de la primera vuelta pasada?¿Al Mbappé de los siete años de espera? ¿Tirará la puerta Endrick o Güler?

Marcelino, zorro viejo, sabe que esto puede suceder en cualquier momento y que el de mañana es el típico partido en el que le da por despertarse al Madrid y hacer pagar los platos rotos.

No sería la primera vez porque no es la primera vez que el Madrid dimite en un partido europeo, ejemplos tenemos para aburrir (Sheriff, Shakhtar, Legia, CSKA...)

El paso de las horas va trayendo la calma que siempre concurre tras la tempestad. Demasiadas ganas de sellar la tumba de este proyecto que, es verdad, no es tan perfecto como uno se imaginaba, pero tampoco es peor que el noveno clasificado de la mal llamada liga de granjeros.

Quizá sea ante el Villarreal el partido de las dos vueltas. La de Kroos y como dijo el propio exjugador alemán, la del Madrid. Porque el Madrid siempre vuelve.