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Después de nueve meses sin perder uno solo de los 36 partidos disputados desde entonces, la mayoría de aficionados madridistas se dividían ayer en dos grupos: los que pedían la destitución inmediata del todavía entrenador del campeón de Europa y los que instruían al técnico con más títulos en la historia del Real Madrid (14, empatado con Miguel Muñoz) sobre cómo tiene que hacer bien su trabajo. En

serio. Visto con perspectiva, suena tan ridículo eso de negarse a aceptar que en un deporte tan igualado como el fútbol tu equipo de vez en cuando va a perder, que resulta hasta gracioso. Claro, que maldita la gracia que debe hacerle a Carlo Ancelotti. En los últimos días se ha dicho hasta la saciedad que esta temporada el Real Madrid juega muy mal. Que echa de menos a Toni Kroos en exceso. Que desde que arrancó el curso crecen los problemas que sufre para sacar jugado el balón desde atrás.

Se ha llegado a asegurar que faltan centrocampistas de calidad, cuando nadie reúne tanto talento en la zona ancha como el Madrid.

Lo que no se ha recordado demasiado es que Camavinga se lesionó en el entrenamiento previo a la Supercopa. Que no debutó hasta hace dos días. Y que es uno de los candidatos más cualificados para desempeñar una posición que hoy nadie ocupa, salvo Modric mientras el cuerpo le aguanta.

Una vez asumido que el alemán se fue a su casa para no volver, lo que le hace falta al Madrid ahora no es inventarse otro Kroos, sino inventarse un mediocentro.

En eso anda Carletto. En

asignarle ese papel de forma decidida a alguien, en nombrar un punto de referencia permanente para sus compañeros cuando no sepan qué hacer con la pelota. Que ordene, vigile y canalice el tráfico.

Una figura al estilo de Fernando Redondo, Xabi Alonso o, claro, Kroos. Pero con su propio estilo. Porque recordemos que Toni fue depurando y perfeccionando ese trabajo tan específico (y tan esencial) con el paso de los años, no es algo que se improvise.

Con sus condiciones técnicas y físicas, su personalidad y sobre todo con sus 22 años Camavinga está capacitado para asumir ese reto. Insisto: el de jugar de mediocentro, no de Kroos.

Así que

concedámosle un poco de tiempo a Ancelotti con este casting. Y otro poco de confianza. La que no le dimos el año pasado por estas fechas.

¿Se acuerdan? Cuando insistíamos en que, sin un 9, al Real Madrid no le iba a alcanzar en Europa. Ejem.